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  1. Ubicación. La ubicación es uno de los factores más importantes a tener en cuenta a la hora de elegir un terreno. Piensa en lo que es importante para ti en un lugar para vivir. ¿Quieres vivir cerca del trabajo, la escuela, o el centro de la ciudad? ¿Quieres tener acceso a la naturaleza? ¿Quieres tener una vista bonita?
  2. Infraestructura. Asegúrate de que el terreno tenga acceso a todos los servicios básicos que necesitas, como agua, electricidad, alcantarillado, y gas. También es importante comprobar si hay planes para el desarrollo futuro de la zona, ya que esto podría afectar al valor de tu propiedad.
  3. Orientación. La orientación del terreno es importante para el aprovechamiento de la luz natural y el ahorro de energía. Una orientación sur o sureste permitirá que tu casa reciba luz solar durante la mayor parte del día.
  4. Topografía. La topografía del terreno también es importante a la hora de construir una casa. Un terreno plano es más fácil de construir, pero un terreno con pendiente puede ser más atractivo y dar a tu casa un carácter único.